No hablo de alguien o de algo, hablo de cada uno de los alumnos de nuestro liceo. Porque es verdad, si salimos al patio, vemos un amplio espacio para la recreación de todos, pero ¡ups! Miramos al suelo, y ¿qué encontramos? la basura de otro y por qué no, hasta la tuya, porque seamos sinceros, somos unos “flojos” que no nos tomamos el tiempo de caminar a un basurero y botar los papeles o las sobras de una fruta que acabamos de comer aludiendo a que los auxiliares se hagan cargo. ¿¡Por qué!? ocupamos su tiempo, preocupándose de tener un patio limpio, cuando somos nosotros, los inconscientes que botamos esa basura, ¿te parece justo? a mí no.
Esto es solo una parte de la crítica. Hay más, ¿Qué pasa con los baños? Si pasas por fuera del baño de los hombres te darás cuenta de lo asqueroso que es. Problema del funcionamiento de los baños, tal vez sí. Hay días en que no funcionan correctamente, pero no es mi tema, lo que estoy hablando tiene que ver con aquellos que no les enseñaron a ir al baño desde chicos, porque eso parece.
Y no se salva de ello el tener que ver en el laboratorio de computación restos de papeles y de frutas cuando por reglamento en la sala de computación está restringido el consumo de alimentos, pero al parecer no queda claro y nuevamente los asistentes tienen que llevarse la falta de respeto.
No lo tomen como un regaño, quiero que lo tomen como un consejo para mejorar, porque no podemos convivir en un ambiente sucio, porque no es agradable porque no somos cerdos.No lo tomen como un regaño, quiero que lo tomen como un consejo para mejorar, porque no podemos convivir en un ambiente sucio, porque no es agradable porque no somos cerdos.
“¿Qué me critiquen por decir la verdad?, es absurdo…”
por Sebastián Fernández 2° Medio.